SIEMBRA DEL TRIGO

Lo primero que hicimos fue pesar en una balanza la cantidad total de semillas de las dos variedades de trigo que había que sembrar: el trigo con raspa (barbado) y el trigo sin raspa (mocho o no barbado). Estos fueron los resultados: 

• trigo con raspa (3,70 kg)
• trigo sin raspa (2,53 kg)

Trigo sin raspa (no barbado)

Trigo con raspa (barbado)

Después de pesar todo, nos fuimos a las parcelas donde sembramos el trigo. Comenzamos terminando de preparar el suelo quitando piedras y los rizomas de la grama. Para ello, nos repartimos el trabajo.

A continuación un par de compañeros repartieron de manera más o menos proporcional las semillas por toda la superficie de la parcela, para que en unas zonas no quedara más cantidad que en otras. Las semillas se echaban "a voleo".

Después nos colocamos a lo largo de la parcela y rastrillamos la superficie con la intención de cubrir las semillas y enterrarlas.

Después hicimos el mismo proceso desde otro lado de manera que se pasó el rastrillo de en dirección perpendicular para terminar de enterrar las semillas. 

Este proceso lo hicimos de la misma manera en las dos parcelas, en la de trigo con raspa y en la de trigo sin raspa.

La tierra estaba bastante fresca pero no se pegaba a la herramienta. Es decir, estaba algo suelta.

Para acabar pesamos las semillas que nos sobraron, solo de trigo sin raspa. El resultado fue de 0,40 Kg. Por tanto, en la siembra se emplearon 3,70 kg de trigo con raspa y 2,13 kg de trigo sin raspa.

Jose Miguel Barrado, John Edward, Jaime Gambaro y Carlos Martínez