El miércoles 5 de abril los alumnos de 4º ESO de Ciencias y los de
1º de Bachillerato de Biología y Geología, nos desplazamos al Centro de Investigación y
Tecnología Agroalimentaria de Aragón, situado en Montañana.
Salimos del IES valle del Jiloca a las 8.30 de la mañana y
cuando llegamos a las instalaciones del CITA, nos recibieron en una sala de
conferencias, donde nos hablaron de tres temas distintos.
La primera conferencia nos fue impartida por el investigador Fernando Escríu, que nos contó brevemente lo que hacen en este centro,
explicándonos la importancia de la producción vegetal sostenible, cuyos
objetivos son el sistema de producción vegetal, que sean económicamente viables
y con el menor impacto ambiental posible. También nos habló de la innovación e
investigación de la producción agraria, diciéndonos que trabajan en seis unidades: hortofruticultura, sanidad vegetal, suelo y riego, genética, economía agraria
y recursos forestales.
La segunda conferencia fue dada por Cristina Mallor, quién nos explicó la
biodiversidad genética en Agricultura, explicándonos que se está perdiendo la diversidad de variedades
agrícolas propias de cada zona debido a la revolución verde, ya que sustituyen a dichas variedades por otras más
comerciales. Por ello, son conservadas como recursos fitogenéticos en condiciones de
propagación indefinida, por ello ahora están trabajando en la conservación de
estas especies en bancos de germoplasma, conservando las variedades locales muy
adaptadas y de selección artificial. El objetivo es evitar la pérdida de biodiversidad de
variedades locales, teniendo así el material accesible para recuperar un
cultivo… y para ello conservan las semillas congeladas. Recogen también datos de
semillas de cultivos en parcelas experimentales y controladas, ya que hay dos
tipos de especies, las autógamas y las alógamas, cada una tratada con especial
cuidado para que no sufra agentes externos que perjudiquen la
investigación.Todo esto está controlado tanto a nivel nacional como internacional, con el fin de la mejora
del material genético y el incremento de variedades.
La tercera y última charla que escuchamos fue la impartida
por Alicia Cirujeda que nos habló de la Malherbología, explicándonos que las
plantas arvenses son aquellas que crecen en un momento y lugar que no
conviene, son especialistas en evolucionar,
adaptarse y sobrevivir produciendo resistencia. Lo que les diferencia, es la
capacidad de germinación y regulada. Las más preocupantes son las competitivas, aunque también las
hay que no compiten y por tanto no son preocupantes. A pesar de su popular nombre “malas hierbas”, algunas tienen
beneficios, como la atracción de insectos favorables, beneficiando a la tierra, evitando que haya mucha erosión .... Nos puso varias
plantas de ejemplo como la avena loca, el ababol, trebolillo, bromo, entre
otras.
Tras escuchar estas charlas, nos dividimos en dos grupos para
ver con Alicia Cirujeda, el jardín botánico, donde cultivan especies de plantas
arvenses, de verano en un lado del jardín y de invierno en el otro, cada una en
un macetero individual donde las estudian. Fuimos viendo las más interesantes.
Y con Cristina Mallor recorrimos el despacho donde llegan las muestras de
semillas, el aparato con que las separan según su peso, como les quitan la
humedad con silicagel y las introducen en diferentes frascos. Verifican su
calidad haciendo pruebas de germinación. Y después nos dirigimos a las cámaras
dónde guardan estos frascos a 18 ºC bajo cero.
Tras esta visita, repusimos fuerzas y nos desplazamos hasta la ciudad de Daroca, donde hicimos
una pequeña visita histórica. Finalmente regresamos a Calamocha.
Mi valoración personal de la visita es positiva, ya que
aprendimos mucho sobre temas que conocía pero no tan a fondo como las malas
hierbas y otros que desconocía, como el banco de germoplasma.
Alicia Villalta 4ºB
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminar